Carlos Correa

publicado a las: 12:21 p.m.



RAMÓN AYALA O EL ACONTECIMIENTO DE EXISTIR

“Mira la luz, goza la vida / y el acontecimiento de existir / milenios de sombras transcurrieron / antes, mucho tiempo antes de ti”. Primera y última estrofa de un poema – no el último, acaso sólo el más reciente – de la inagotable, frondosa creatividad de Ramón Ayala.

“Ser”, su título.

El poeta misionero lo revisó, le dio forma definitiva en una mesa que compartía con nosotros, en un concurrido restaurante posadeño. Antes, hizo a un lado platos, cubiertos y vasos de gaseosa (el de él, ya que rara vez ingiere alcohol, contrariando la estereotipada imagen del bohemio) o de espeso vino tinto (los nuestros).

Mientras concluía su obra, asentaba una coma, cambiaba una palabra o modificaba la ubicación de un verso, hacía tiempo para hablarnos de su trabajo. Creador impetuoso y tempestuoso – a pesar de su exterior aparentemente calmo – Ramón es un inveterado cantor del paisaje de su provincia. No es, sin embargo, un mero acuarelista. Ni su canto se limita a la melodía vehiculizada por su voz. Ni a lo que construye para que otros lo canten.

Va más allá.

Utiliza la vista, escudriña el interior de las personas, los vegetales y las cosas, se apoya en su sensibilidad y toma, aprehende su entorno y lo traslada a la tela o a la cartulina.

Entonces, los duendes que lo siguen y lo persiguen, cobran vida. Saltan de la música, las palabras, la pintura o el carbón, y van a la vida. Vienen de la vida. Porque sus duendes están en el verde y el rojo, los arroyos, los grandes ríos y en esa criatura que es fuente y receptora de la obra del artista: el hombre.

Ser

Mira la luz, goza la vida

Y el acontecimiento de existir;

milenios de sombras transcurrieron

antes, mucho tiempo antes de ti.



Mira la luz, goza la vida

Y todo lo que emana de tu ser

las secretas palabras de tu alma

y el llamado misterioso de la piel.



Fuiste convocado a este mundo

por la magia del amor o del placer

entre una multitud de seres que jamás

qQue jamás, después de ti, ya podrán ser.



Tus pasos que llevan tu silencio,

tu forma de sentir y de pensar

arrancan desde el fondo de los tiempo

de remotos abuelos que en ti están.



En el pulso de tu sangre están los ritmos

de los astros y el infinito azul,

aquellos que ordenan las mareas,

el crecimiento de la vida en multitud.



Observa con ojos cautelosos

el sendero que habrás de recorrer;

apenas un suspiro en el futuro

una chispa de luz en el ayer.



A veces te contemplo poderoso;

sacerdote de la vida y el saber,

dueño de la humildad, la fortaleza,

la energía secreta y la honda fe.



A veces disminuyes tu estatura

y como una oruga de la tierra vas,

ignorando que luz bajo los astros

también tiene su propia intensidad.



Te he visto pequeño y pordiosero,

mendigo del dinero y del favor,

sin saber que eres la riqueza,

la materia que piensa, el hacedor.



Nada importa más que tu existencia

que las horas y los días de tu andar

antes de ti sólo la sombra

después, la negra inmensidad.



Construye tu destino como un libro

Como una columna de acero y de cristal,

El que teniendo la hondura de lo simple

Irradie tu luz al caminar.



Escribe con tu sangre con tus huesos

en este libro una página de amor;

si no eres poeta, ni artista ni guerrero

piensa que eres una partícula de Dios.



Los dioses eternos de otros tiempos

en el polvo del pasado están

sólo el hombre que nace del misterio

hasta este tiempo ha podido perdurar.



Mira la luz, goza la vida

Y el acontecimiento de existir;

milenios de sombras transcurrieron

antes, mucho tiempo antes de ti.



RAMÓN AYALA



Septiembre de 1982 – Diario El Territorio

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1/09/1982: Conferencia "El Sindicalismo Argentino". Carlos Correa.
Quién es Carlos Correa
Nació en Posadas cuando en la Catedral daban las doce campanadas de un mediodía del mes de Noviembre de 1939.
Fueron tantas las actividades que desarrolló que resulta muy difícil resumirlas: periodista, sindicalista, militante político, docente, etc. Pero sobre todo, un profundo conocedor de su región misionera, sus costumbres, su música, sus bailes, es decir, de la cultura regional en sus distintas manifestaciones.
Después de tanta lucha, partió a "la Tierra sin mal" el 28 de Marzo de 2012, dejando una huella trascendente en nuestra historia.
Los aportes que brindó con sus conocimientos, pero sobre todo con su gran humanismo, me impulsan a crear esta página para transcribir -en parte- sus notas publicadas, la mayoría en "El Territorio" de Posadas, con el propósito de que les sea útil a quien las necesite, pues siempre fue muy altruista y generoso en enseñar lo que sabía.

Alba
Los cuarenta años de amor que vivimos en pareja con Carlos Correa, tantas actividades que encaramos juntos, la amistad y comunión de ideales que nos unieron me impulsan a concretar este sueño de compartir con los demás, aunque más no sea, una parte de su saber. Alba Rosabel Melo.

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