Carlos Correa
FESTIVAL DEL LITORAL (V) CON UNA “LOCURA” SE FINANCIÓ EN 1963
publicado a las: 6:26 a.m.



FESTIVAL DEL LITORAL (V)

CON UNA “LOCURA” SE FINANCIÓ EN 1963

Si tenemos presente que Misiones es tierra de pioneros, no debemos manifestar extrañeza ante muchas obras que se concretaron gracias al esfuerzo exclusivo de sus habitantes. Esfuerzo que demandó, generalmente y como complemento eficaz, una buena dosis de ingenio. Ambos elementos, esfuerzo e ingenio, son característico del espíritu del pionero, librado a su suerte en territorios hostiles, huérfano de apoyo oficial.

Esto vale para todos los órdenes de la vida comunitaria, ya fuere para construir un camino, un puente, el edificio de una escuela o la sala de primeros auxilios.

Ese espíritu primó, también, en los aprestos organizativos de la primera edición de lo que se resolvió denominar, a principios de 1963, Festival de la Música Litoraleña. Estaba decidido que la sede se localizara en Posadas y que el escenario del espectáculo artístico fuera el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, monumental obra inaugurada un año atrás, el 5 de febrero de 1962, poco antes que concluyera – abruptamente – el período constitucional del gobernador César Napoleón Ayrault (y que originalmente se destinó a la versión de ese año del Campeonato Argentino de Basquetbol).

En la nota anterior de esta serie, referimos la gestación de la idea de organización del festival y los objetivos que deberían perseguirse con su realización: incentivar la investigación, el análisis, recopilación, exposición y divulgación de los diversos componentes del folklore del Litoral, así como promover la creatividad de los artistas de la región.

No obstante, quienes concibieron el proyecto tropezaron, entonces, con un serio escollo: “¿ como hacemos para contar con el dinero que financie el festival”, se preguntaron, según recordó Lucas Braulio Areco, a la sazón director de Cultura de la Provincia.

En los niveles gubernativos imperaba la más estricta austeridad. No cabía otro recurso que buscar una fuente de financiación privada. O inventarla, si no se encontraba ninguna disponible.

La iniciativa lanzada por Areco, Adhemar Galli y Daniel Solís ya había comenzado a circular en esferas locales vinculadas con las manifestaciones folklóricas, encontrando eco rápido y significativo.

No había que detenerse, por lo tanto. Más aún, era imperativo avanzar, efectuar aportes sobre la marcha, “haciendo camino al andar”, porque no había antecedentes similares en el medio y los ejemplos de otros sitios no eran estrictamente válidos para su transplante directo al orden local.

UNA “LOCURA”

“Entonces, a Galli se le ocurrió una idea y yo lo acompañé en la “locura”, memoró Areco.

¿De qué se trataba esa “locura”?.

Pues, sencillamente, de una lotería cuyo producido sería destinado a solventar los gastos que demandaría la organización de lo que hasta ese momento era “evento” (porque su realización era eventual, aunque la denominación de “primer festival” sugiriese lo contrario, y recién después de materializada aquella edición se decidió llevarlo a cabo anualmente, según veremos más adelante).

Fue así que, aceptada la idea por las autoridades, el gobierno de la Provincia dictó el decreto 1346/63, por el cual autorizó la emisión de la “Lotería Litoraleña”, cuyo sorteo se verificaría por la jugada de la Lotería Nacional correspondiente al 25 de octubre de 1963.

El premio mayor fue fijado en 1.000.000 de pesos moneda nacional (un “palo” viejo) una verdadera fortuna para la época en que los sueldos promediaban los 5.000 pesos nacionales (o sea, 50 pesos nuevos, con lo que actualmente no se compra ni un caramelo. ¡ Qué cosa la inflación! ¿ no ?.

“Gracias a Dios, el premio no salió, porque, si no, hubiéramos tenido que pagar de nuestro bolsillo”, nos dijo Areco, en la charla que tuvimos con él hace poco en su casa del barrio 25 de Mayo, en medio de libros y obras de este destacado plástico, poeta, compositor e intérprete misionero ( a pesar de su nacimiento correntino, ya que es Misiones, su paisaje y su gente, la que está presente en esas obras).

A esta altura del año, fines de octubre, se ultimaban los detalles de programación del festival.

Tras las reuniones iniciales, se convocó a Ricardo Ojeda, quien había conformado un año antes la Orquesta de la Provincia, para que se sumara a la tarea. Con la misma finalidad, fueron llamadas diversas personas vinculadas con las manifestaciones folklóricas o, simplemente, interesadas en colaborar en la cristalización del proyecto.

Sobre esa base, se constituyó la comisión central organizadora del I Festival de la Música Litoraleña, presidida por el propio Areco e integrada, además, por Aníbal Cambias, vicepresidente primero; Jalil Cura, vicepresidente segundo; Ermelinda A. de Odonetto, secretaria general; Oscar Silva, prosecretario; Zaida Zampaca de Ciarallo, secretaria de hacienda; Lía C. de Urdinola, prosecretaria; Saúl O. Quiroga, secretario de relaciones públicas y turismo; Raúl Fornés, secretario de recepción y alojamiento; Rafael Rovira Vilella, secretario de prensa y difusión; Isaac Mariasch, prosecretario; Reynaldo Tabares, presidente de la comisión de espectáculos; Nora Urdinola, secretaria; Balbino Brañas, Armando Paulino Atienza, Horacio Panicali, Germán Sánchez, Jorge Cáceres, Luis Alberto Reyes e Isidora B. de Tabares, vocales, y Adhemar Galli, secretario de coordinación general.

Para fines de octubre, asimismo, estaba comprometida la concurrencia de delegaciones artísticas de las provincias del Litoral y de estudiosos del hecho folklórico.

CARLOS CORREA

23 de Mayo de 1982 – Diario El Territorio.

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1/09/1982: Conferencia "El Sindicalismo Argentino". Carlos Correa.
Quién es Carlos Correa
Nació en Posadas cuando en la Catedral daban las doce campanadas de un mediodía del mes de Noviembre de 1939.
Fueron tantas las actividades que desarrolló que resulta muy difícil resumirlas: periodista, sindicalista, militante político, docente, etc. Pero sobre todo, un profundo conocedor de su región misionera, sus costumbres, su música, sus bailes, es decir, de la cultura regional en sus distintas manifestaciones.
Después de tanta lucha, partió a "la Tierra sin mal" el 28 de Marzo de 2012, dejando una huella trascendente en nuestra historia.
Los aportes que brindó con sus conocimientos, pero sobre todo con su gran humanismo, me impulsan a crear esta página para transcribir -en parte- sus notas publicadas, la mayoría en "El Territorio" de Posadas, con el propósito de que les sea útil a quien las necesite, pues siempre fue muy altruista y generoso en enseñar lo que sabía.

Alba
Los cuarenta años de amor que vivimos en pareja con Carlos Correa, tantas actividades que encaramos juntos, la amistad y comunión de ideales que nos unieron me impulsan a concretar este sueño de compartir con los demás, aunque más no sea, una parte de su saber. Alba Rosabel Melo.

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