MISIONES Y EL CHAMAMÉ
publicado a las: 3:17 p.m.
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MISIONES Y EL CHAMAMÉ
¿Cuál es la especie musical de raíz folklórica que predomina en Misiones?. Esta es una pregunta que, desde hace mucho, genera una polémica que, por el momento, no muestra signos de terminar. Variadas son las opiniones y también los fundamentos que se esgrimen para sostener una u otra posición. Pero, por lo pronto, existe una coincidencia fundamental: todos buscan la determinación de un ritmo identificatorio de lo misionero, como una ratificación de la identidad provincial. Y esto, de por sí, ya es importante, aunque a muchos se les escape su significación.
A lo largo de la serie de notas incluidas en esta columna, se han volcado distintos antecedentes y reflexiones, ya fueren basados en testimonios escritos u orales, en respaldo de la autenticidad del chamamé como especie predominante de la música folklórica de una región que incluye a Corrientes, Entre Ríos, chaco, Formosa, norte de Santa Fe y Misiones.
Quien esto escribe – según lo ha declarado antes – no pretende que sus consideraciones sean tomadas como verdad, porque ellas no se asientan en el rigor científico, sino en la simple observación de la realidad, en la recopilación de relatos de antiguos habitantes de la región y en el hecho de haber sido distinguido como el depositario de los recuerdos de los primeros intérpretes profesionales, los pioneros, de la música del Nordeste.
Por consiguiente, esto debe tomarse – si así se desea – como un modesto aporte, uno más, en la búsqueda de los orígenes de esta parte importante del folklore que es la música, en particular la de esta zona del país.
EL CHAMAMÉ EN MISIONES
Corresponde, ahora, entonces, hacer referencia a la vigencia del chamamé en Misiones.
Habría que volver sobre algunos comentarios reproducidos en notas anteriores, que ayuden a formar la composición de lugar. Julio Cáceres, figura sobresaliente del destacado conjunto Los de Imaguaré, señaló no hace mucho (ver “Expresión del área guaranítica”, en la Revista Dominical del 27/4/1980): “ Creo – fijo refiriéndose a la gestación del chamamé – que tendríamos que referirnos a un proceso largo. Nosotros solemos hablar mucho del hombre correntino y tratamos de explicar, cuántas veces podemos, que hablamos del hombre correntino porque es lo que conocemos; pero, no desconocemos que el proceso se da no sólo en Corrientes, sino en el área guaranítica”.
Tras soslayar los localismo, Cáceres puntualizó que prefiere “hablar del área guaranítica o de un proceso cultural que se da en la zona de las Misiones, de las antiguas Misiones Jesuíticas”, en sus comienzos.
“Posteriormente – subrayó – lo que actualmente es parte de la provincia de Corrientes y la provincia de Misiones, como componente de las antiguas Misiones, sufren un proceso distinto, en lo que influyen la inmigración y la emigración: el asentamiento de nuestra gente, con nuevas costumbres y, también, el éxodo de primitivos habitantes”.
Vale la pena repetir los conceptos de Cáceres, quien además se ha caracterizado por su preocupación en la búsqueda de las raíces de la música chamamesera. “Decimos que – añadió – en Corrientes se dio una situación casi única dentro del área guaranítica, porque su condición un poco de “isla”, mantuvo asentamientos en la costa del Iberá, en la zona de Mercedes, de Concepción”.
LA RAIZ
No obstante, cabe reiterar que es un las áreas rurales de Corrientes donde se consolidó esta música. A este respecto, conviene seguir a Cáceres: “En la campana correntina empezó a gestarse, a definirse este proceso, que se expande, pero con raíces que no le pertenecen absolutamente, por supuesto. Pienso que puede estar por ahí el asunto y así solemos decir en un espectáculo que llamamos “Caminos al chamamé”, que es un intento de esclarecer las sombras por dónde caminamos”.
“Pretendemos – concluyó – que hay una raíz común y que hubo un proceso distinto. Y por ese proceso distinto es que se dio el chamamé en Corrientes y no en Misiones. Por circunstancias históricas, políticas y sociales se creó toda una situación que hizo que Corrientes produjera esa música. Pero, como tenemos raíces comunes, al prender algo así, es como un reguero de pólvora, se expande, automáticamente”.
Importa consignar que Cáceres integró, hace unos años, un grupo de personas de la ciudad correntina de Mercedes que se dedicó a estudiar las raíces históricas del chamamé y en esa tarea de búsqueda, recorrieron pueblos y parajes del centro de su provincia en procura de un acorde, un rasgueo, una copia o cualquier otro vestigio folklórico capaz de constituir un aporte en su trabajo de rescate.
De vuelta a las expresiones consignadas más arriba, sabido es que la destrucción de los pueblos misioneros por los portugueses, la participación de los hijos de esta tierra en la Guerra de la Independencia y contra Brasil, además de las contiendas civiles, provocaron el despoblamiento de esta provincia. Más tarde, en 1832, Misiones fue anexada a Corrientes y hasta su federalización, el 22 de diciembre de 1881, quedó al margen de los acontecimientos nacionales.
Hacia fines del siglo pasado, comenzó el proceso de repoblamiento sostenido del entonces Territorio Nacional de Misiones. Era la época en que ya el chamamé se había consolidado como especie musical. Y entre quienes poblaron esta tierra vinieron muchos correntinos, con su música. Aquí existía terreno fértil para asimilarla, según lo apreciaría Cáceres con acierto.
Sin embargo, no se puede decir que el chamamé predomina en todo el territorio provincial Su mayor vigencia se halla en el sur de Misiones, aunque su área de influencia llegaría hasta el centro.
CARLOS CORREA
Diciembre de 1980 – Diario El Territorio
Etiquetas: MÚSICA REGIONAL
