Carlos Correa
LA LEYENDA DEL CARAU
publicado a las: 4:48 a.m.



LA LEYENDA DEL CARAU

El motivo popular musical basado en la leyenda del Carau, constituye una obra triste, conmovedora y, asimismo, ejemplarizadora. Como se sabe, refiere las circunstancias en las cuales un paisano – llamado, precisamente, “Carau” – se enamoró de su dama en un baile y olvidó a su madre enferma, para la que había salido a buscar remedios.

Mientras se encontraba entregado a la danza con su amada, un amigo se acercó a comunicarle que había muerto su madre. No obstante, el “Carau” siguió bailando hasta que, cuando amanecía, tomó conciencia real de lo sucedido y de la falta que había cometido.

Entonces, resolvió alejarse vivir en los esteros, donde habría vestir de “luto entero”, para siempre.

ANTIGüEDAD DE LA PIEZA

Ya se ha dicho en nota anterior que, de entre las composiciones de neto cuño folklórico que perduran en la región desde el período de creación anónima, la más antigua es “El carau”. Según ciertos testimonios, ya en 1850 era conocida, afirmación que se halla respaldada por la tradición oral, de acuerdo con la cual esta pieza mantiene su vigencia desde hace mucho tiempo. (Al margen, cabe puntualizar la importancia que se asigna a la tradición oral – es decir, el relato transmitido de padres a hijos, de generación en generación – en toda tarea de investigación y no solamente en el campo específico del folklore, sino en el estudio de la historia en general, sobre todo cuando se carece de testimonios escritos o de otro carácter que ayuden a una mayor precisión).

Aquellos que pertenecen a familias tradicionales de la región se hallan en condiciones, asimismo, de dar fe de esa antigüedad, porque sus padres o abuelos les han informado o porque han escuchado la canción de sus labios o de instrumentos tocados por estos últimos.

En cuanto a testimonios fehacientes, ellos pueden ser obtenidos en la Encuesta del Magisterio Nacional de 1921, en el cual figuran dos versiones. Una de ellas fue lograda en el Chaco y la otra en Cerro Corá, identificada ésta como “colonia alemana” del entonces territorio nacional de Misiones.

Seguramente, el tema fue elaborado en Corrientes – que es donde ya era conocido hacia mediados del siglo pasado – en el período de gestación de la especie musical-chamamé. Luego, fue llevado a distintos lugares del área guaranítica, hasta cubrir toda su superficie.

Por otra parte, ya se ha dicho en esta columna que Samuel Aguayo llevó al disco “El carau” el 24 de marzo de 1931, calificándolo simplemente, como “canción correntina”. Es decir, que esta grabación tuvo lugar poco más de un mes después de haber hecho lo propio, el mismo intérprete, con “La flor de Corrientes” (“Corrientes poty”), hecho éste en el cual muchos pretenden ver el nacimiento del chamamé como especie musical. Pero, si “El carau” estaba de antes, ¿ como se explica esa suposición?.

“COMPUESTO”

Aunque se conocen diferentes versiones de la letra, el comienzo de “El carau” es el típico de un “compuesto”, forma de expresión que utilizaban los antiguos cantores populares para cronicar algún suceso de interés, a la manera de los juglares de la Edad Media que recorrían los pueblos de Europa informando de lo que había acontecido en otros lugares.

Sus primeros versos dicen: “Amigos y camaradas / que me quieren escuchar …” o, en otra versión: “Amigos y camaradas / que a todos les suelo amar…”, para agregar “…voy a contar el suceso, que le aconteció al Carau…”. Se desprende de ello que el autor del relato se dirigía a un auditorio con el cual tenía un contacto directo, inmediato.

Varios son los estudiosos del folklore que han efectuado una encomiable tarea de recopilación. Es así, también, que se han podido lograr diversas versiones, con diferencias en las palabras que aparecen igualmente en los versos siguientes a los consignados. Sin embargo, ni la unidad del relato ni, por lo tanto, el tema de la leyenda sufren alteraciones. O sea que se dicen las mismas cosas, pero con otros términos.

De acuerdo con lo señalado por Porfirio Zappa, en su libro “Ñurpi”, era costumbre, asimismo, agregar dos cartetas al final, donde aparecía un segundo personaje: la “Pollona”, en quien se identificaba a la dama de la cual quedara prendado el “Carau”. En realidad, se trata de otra ave de la zona; pero, la imaginación popular apuntó que (tras el drama) “Por eso se suele ver / juntito a su compañera / el Carau por los esteros / llorando la vida entera”. Y en la última cuarteta, en una mezcla de guaraní y castellano, se aseguraba que cuando el “Carau” se lamenta, la “Pollona” lo consuela.

Empero, en una grabación instrumental llevada a cabo en 1936 por el Trío Valenzuela – Guardia, en base a una recopilación efectuada por el destacado pionero del género regional Mauricio Valenzuela (el otro responsable del conjunto era Ángel Guardia), se incluyó una cuarteta con otros versos que aunque igualmente mencionan al “Carau” y la “Pollona”, refieren una actitud distinta de esta última (una especie de vivo pestañeo), ante el lamento del primero.

Entre las distintas impresiones realizadas, merece destacarse, asimismo, la del conjunto de Osvaldo Sosa Cordero (hace más de 30 años), quien dice algunos versos en la placa, mientras la parte cantada se halla a cargo de Pedro De Ciervi.

En fin, también se conoce una recopilación de la música encarada por Emilio Chamorro, en la que se basó un reciente trabajo discográfico exclusivamente instrumental de Isaco Abitbol. Es, seguramente y en virtud de la depurada técnica del ejecutante, la más notable interpretación de esta antigua pieza del folklore regional.



5 de octubre de 1980 – Diario El Territorio

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1/09/1982: Conferencia "El Sindicalismo Argentino". Carlos Correa.
Quién es Carlos Correa
Nació en Posadas cuando en la Catedral daban las doce campanadas de un mediodía del mes de Noviembre de 1939.
Fueron tantas las actividades que desarrolló que resulta muy difícil resumirlas: periodista, sindicalista, militante político, docente, etc. Pero sobre todo, un profundo conocedor de su región misionera, sus costumbres, su música, sus bailes, es decir, de la cultura regional en sus distintas manifestaciones.
Después de tanta lucha, partió a "la Tierra sin mal" el 28 de Marzo de 2012, dejando una huella trascendente en nuestra historia.
Los aportes que brindó con sus conocimientos, pero sobre todo con su gran humanismo, me impulsan a crear esta página para transcribir -en parte- sus notas publicadas, la mayoría en "El Territorio" de Posadas, con el propósito de que les sea útil a quien las necesite, pues siempre fue muy altruista y generoso en enseñar lo que sabía.

Alba
Los cuarenta años de amor que vivimos en pareja con Carlos Correa, tantas actividades que encaramos juntos, la amistad y comunión de ideales que nos unieron me impulsan a concretar este sueño de compartir con los demás, aunque más no sea, una parte de su saber. Alba Rosabel Melo.

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