¿MUCHO PAÑO PARA CORTAR?
publicado a las: 12:28 p.m.
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¿MUCHO PAÑO PARA CORTAR?
¿Se detuvieron a pensar en el origen o en la razón del uso habitual del paño por parte de acordeonistas y bandoneonistas?
Es común, en efecto, el observar a nuestros músicos acomodar sobre ambos muslos – aunque los chamameseros utilizan con frecuencia el derecho – un paño cuyos colores duelen ser, curiosamente, los mismos que emplean dignatarios de la iglesia en las celebraciones litúrgicas.
Se dice que todo esto bien pudo haber comenzado allá por 1520 y en Alemania, cuando Martín Lutero fue excomulgado por el papa León X, a raíz de encabezar aquél, el movimiento conocido como de la Reforma Protestante.
En virtud de esa excomunión, los seguidores de Lutero vieron vedado su ingreso en los templos católicos y, consiguientemente, en un primer momento, también se vieron privados de disponer de los órganos existentes en las iglesias.
A grandes males, grandes remedios, habrán dicho los luteranos. Y, entonces, para acompañar sus reuniones religiosas inventaron el órgano portátil (o, tal vez, sólo recurrieron a este instrumento que acaso ya habría sido inventado. Aunque esto es bastante improbable porque en el 1500, precisamente, empieza lo que se denomina el apogeo del órgano en Europa, donde ingresó a través de Constantinopla en el 800 de nuestra era, luego de más de doce siglos de haber sido inventado, por un personaje de Alejandría que vivió allá por el 400 antes de Cristo. El órgano portátil, a su vez, fue utilizado en las reducciones jesuíticas).
Una vez aparecido el órgano portátil, se decidió, al parecer y para que el cuerpo profano del ejecutante no estuviera en contacto con el instrumento sagrado, utilizar un paño con colores litúrgicos. El mismo que hoy usan nuestros ejecutantes del acordeón o bandoneón, instrumentos éstos que, por su parte, derivarían de aquel órgano portátil.
A falta de una hipótesis mejor, no está mal ésta que se deja consignada aquí, como para tentar la investigación y el análisis. Es que – y no es un juego de palabras – en esto del origen de los instrumentos, de los diversos elementos que componen su contorno y de las propias especias musicales, hay mucho paño para cortar.
CARLOS CORREA
(En rigor, esta hipótesis nos fue transmitida como resuelta, por un hombre, cuyo nombre, lamentablemente, olvidamos registrar, una noche de hace años que estuvimos de charla y musiqueada en Apóstoles).
CARLOS CORREA
11 de abril de 1993 – Diario El Territorio
Etiquetas: RELIGIOSIDAD POPULAR
