El segundo Cocomarola
Mario del Tránsito Cocomarola fue – se sabe – uno de los más notables creadores de la música popular argentina, dedicado con exclusividad a enriquecer el género chamamesero. Definió un estilo y lo impuso, como lo prueban los numerosos seguidores que, aun hoy, adhieren a su línea de composición, instrumentación e interpretación.

Inclusive, hay quienes aseguran que “nada queda por inventar, Coco ya hizo todo”. Obviamente, “Coco” es el apodo tomado de su apellido, con el cual también se le identifica a Cocomarola, diestro con el bandoneón tanto como lo había sido antes con el acordeón.

Tal vez por ello, al hijo – depurado ejecutante del acordeón – se lo conoce como “Coqui”, esa suerte de diminutivo del apodo del padre, y de allí el nombre artístico de aquel: Coquimarola. No obstante, el nombre es el mismo: Mario del Tránsito Cocomarola.

O sea que lo de Coqui se debe a que es el hijo de Coco, y además porque desde pequeño se lo vio con el acordeón a cuestas. Pero, en el presente, ya puede decirse que es otro Cocomarola, digno sucesor de quien hiciera célebre el apellido.

Y Coqui ya es otro Coco, porque ha madurado y demuestra ser capaz de andar su propio camino. Lo prueba su más reciente trabajo de grabación, editado bajo el título “Te quiero chamamé”.

El repertorio de la citada grabación incluye un chamamé antológico: “El kanguí” (que puede traducirse como el abatido, el triste), pero con la novedad de que a la melodía creada por Cocomarola, se le incorporan versos elaborados por Constante Aguer. Otros temas son “Lomas de Empedrado”, de Mártires Ramírez, que cantan De los Santos Rodríguez y Roberto Rivero, y los “enganchador”, “La calandria” y “ Paraje Bandera Bajada”, de Isaco Abitbol, y el motivo popular “La caú”.

Figura, igualmente, una notable interpretación de “Nockaut González”, el chamamé de Zitto Segovia y Miguel Angel Vera Azar, así como “Te quiero chamamé” que da su título al trabajo discográfico y que Coquimarola dedica a su hijo, otro Mario del Tránsito Cocomarola (el tercero).

El tradicional vals “Tu olvido”, que canta el “bajista” Maro Menéndez, está contenido asimismo en esta placa para cuyo registro el conjunto contó, una vez más, con el concurso de Jorge Balmaceda desde el bandoneón.

Es natural que adhiera al estilo de su padre. Imposible escapar de la sombra de ese árbol gigantesco. No obstante, es en los arreglos y sobre todo en la fuerza, la convicción y en la aptitud como ejecutante, donde asoma nítidamente la personalidad de Coquimarola.


CARLOS CORREA
Diario El Territorio - 19 de enero de 1992