CUANDO CASI COMBATIERON POSADEÑOS Y SANTOTOMEÑOS

En el período inmediatamente anterior a su federalización – registrada el 22 de diciembre de 1881 - Misiones no estaba exenta de las conmociones políticas que a menudo sacudían a Corrientes. Sucedía que el hoy territorio de Misiones figuraba entonces en jurisdicción de la provincia de Corrientes, como departamento Candelaria.

En la misma época, los enfrentamientos entre los autonomistas o “colorados” y los liberales o “azules” no siempre se quedaban en las palabras.



CERCA DEL CEMENTERIO

En julio de 1880, estuvo a punto de suscitarse un combate entre fuerzas provenientes de Santo Tomé, comisionadas por el gobierno de Corrientes, y tropas de Posadas (nombre que se le había impuesto en septiembre del año anterior, en reemplazo del de Trinchera de San José).

Los santotomeños eran comandados por el coronel Pantaleón Paiva, famoso caudillo autonomista de la costa del río Uruguay, a quien le había ordenado el titular de una de las tantas intervenciones federales en Corrientes, que tomara el departamento Candelaria.

En tanto, al frente de las tropas posadeñas estaba Ángel Acuña, hasta entonces jefe político del citado departamento, cargo para el que fuera designado por el gobierno correntino el 20 de diciembre de 1878.

De todas formas, no hubo derramamiento de sangre, porque Paiva – desde su campamento en las proximidades del actual cementerio La Piedad de Posadas, invitó a Acuña a celebrar una entrevista, en la cual se aclararon las cosas.



LAS RAZONES

En el referido mes de julio de 1880, el presidente de la Nación, Nicolás Avellaneda, dispuso la intervención federal a la provincia de Corrientes, y designó para desempeñarla a su ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Miguel Goyena.

El interventor ordenó la caducidad de los poderes constituidos y la cesantía de todas las autoridades que no fueran adictas a la nueva situación política.

Y, entre otras resoluciones, mandó que Paiva tomara el departamento Candelaria. Con 300 hombres, el nombrado caudillo autonomista invadió el territorio de Misiones y estableció su campamento en las adyacencias del actual Cementerio La Piedad, desde donde intimó a las autoridades de Posadas la entrega del pueblo en el plazo de 24 horas.

La intimación fue desoída, en principio, ya que Acuña convocó al vecindario a resistir la ocupación y distribuyó armas entre los dos centenario de voluntarios, a los cuales había que sumar los policías que dicho jefe político comandaba.

Se cuenta que Acuña no era ningún improvisado. Entre sus antecedentes (además de ser uno de los miembros del primer Consejo Municipal de Trinchera de San José), figuraba el de coronel de guardias nacionales, rango que había accedido por méritos militares, como los que lo distinguieron en la Guerra de la Triple Alianza – contra el Paraguay -, donde sirviera como capitán ayudante del coronel Fermín Alsina, y en otras acciones bélicas.

Conocedor de tales antecedentes, Paiva actuó con prudencia y se inclinó por el diálogo.

Acuña desconocía que Paiva cumplía órdenes de las autoridades legales de Corrientes. De lo que le informó acabadamente el caudillo autonomista cuando ambos jefes conferenciaron.

Y lo que pudo ser un cruento combate librado en campos cercanos al lugar donde hoy se encuentra el cementerio posadeño, terminó cuando Acuña depuso su actitud beligerante y entregó el departamento Candelaria, como lo ordenaba el gobierno correntino.



Fuentes consultadas:

.” Misiones”, de Raimundo Fernández Ramos.

. “Un momento en la historia de Misiones”, de Federico Palma.



CARLOS CORREA (con el seudónimo de FELIX REYES)

19 de enero de 1992 – Diario El Territorio.

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