RITA ALTAMIRANO: EN PAGOS DEL ITAEMBÉ
publicado a las: 3:35 p.m.
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RITA ALTAMIRANO:
EN PAGOS DEL ITAEMBÉ
No todos conocen, - o por lo menos no dimensiona en forma acabada – la vida sacrificada que llevaron muchas personas radicadas en las áreas rurales, lejos de los centros poblados, sin medios de comunicación y carentes de los elementos más esenciales. Si bien los tiempos han cambiado, no se crea que lo dicho se refiere a algo muy atrás, por el contrario, es historia reciente, casi actual, en ciertos lugares y hasta presente en otros sitios.
En este tipo de vida, las estrecheces y los inconvenientes más serios constituyen el marco cotidiano, y para superarlos, no queda otro camino que acudir al dictado de la experiencia con el auxilio de medios rudimentarios. Surge, entonces, la persona, hombre o mujer, que asume el rol de líder comunitario, tal vez no porque posea aptitud de dirigente, sino debido a que “tiene conocimientos que es capaz de transmitir a los demás o de aplicarlos ante cualquier emergencia”.
EN PAGOS DEL ITAEMBÉ
Una de las personas que ejercieron tal suerte de liderazgo fue – es en cierta medida – Rita Altamirano, del paraje Del Cármen, en los pagos correntinos de Itaembé. De los seis hijos de Isaura Sánchez Altamirano, Juana, Justina, Inocencio, Isauro y Juan, es la única, que habiendo nacido allí, el 22 de mayo de 1901 vive todavía en el lugar.
Ninguna de las típicas tareas del campo le son extrañas. Hizo de todo, desde alcanzar y domar potros hasta los trabajos del tambo, pasando por el rodeo y faena de hacienda vacuna, incluida la preparación del charque, aparte de cultivar la tierra.
Además de sus seis hijos, crió otra decena de niños. No se detuvo en ello. En una escuela que organizó utilizando un viejo galpón a modo de local, los educó al igual que a numerosos otros pequeños y peones de la zona. Fue, por entonces, el único lugar donde se impartía instrucción, se enseñaba a leer y escribir, en ese paraje.
Pero, doña Rita no solo educó a los niños. También, facilitó la llegada al mundo de muchos de ellos, al prestar auxilio a las parturientas, ante la falta de un profesional de la especialidad y de medios para el traslado de las madres a un centro asistencial, distante por otra parte. Es ésta otra de las facetas que exhibe esta mujer, próxima a cumplir 79 años, siempre dispuesta a acudir en ayuda de quienes lo necesiten en su vecindad.
Junio de 1980 – Diario El Territorio
Etiquetas: HISTORIA REGIONAL
