JORGE VALDÉZ

ANIMADOR DE OFICIO

En la pista y salones donde el principal motivo de atracción constituye el baile de los ritmos regionales, es común la presencia de una persona que se encarga de anunciar las composiciones que tocan los intérpretes. No obstante, su misión fundamental es de la de animar, alentar a la concurrencia para que, en cada ronda, inicie la danza, sobre todo en el comienzo de la reunión, cuando todavía los espíritus permanecen algo aquietados. Esto es totalmente comprensible si se tiene en cuenta el comportamiento “más bien” retraído de quienes asisten habitualmente a dichas reuniones.

Esa persona es el animador. Aunque su función a veces es cumplida por uno de los intérpretes, lo usual es que el animador supla también la natural parquedad de los músicos de la región, ya que en esto no exhiben diferencias respecto de los bailarines.

No se crea, sin embargo, que puede llegar a serlo cualquiera que posea un poco de audacia, con tal de “no tenerle miedo al micrófono”, se como se dice comúnmente.

El animado, para ser calificado como tal, debe reunir determinadas aptitudes. Es que, dado que es el responsable del mantenimiento del “clima” adecuado de la reunión, constituye una suerte de continuador, de heredero del legendario “bastonero” de las antiguas fiestas populares.

Por consiguiente, está obligado a conocer la música que se interpreta y el nombre de sus autores, su trayectoria y labor creativa, así como las costumbres, tradiciones, hábitos de los concurrentes a una reunión determinada. Debe tener presente los giros idiomáticos, lo que cada dicho significa en cada lugar y, en fin, sentir la música como la sienten aquellos que son los destinatarios del trabajo de los intérpretes. Asolo así, será aceptado.

En la región, un típico exponente del animador es Jorge Valdéz, uno de los pocos que contribuyó a que dicha tarea se convirtiera en oficio, con toda la artesanía, todos los secretos que se requieren para que se lo considere como tal.



CRUCEÑO

Valdéz nació en la localidad correntina de La Cruz, donde permanecen sus familiares y a la que regresa a menudo. Ejerció su profesión de locutor en diversas radiodifusoras de la región; entre ellas: LT 12 Radio “General Madariaga” de Paso de los Libres; Lt13 Radio Oberá y LT 17 Radio Provincia de Misiones, medio éste en el cual permaneció por mas tiempo, ya que estuvo casi ocho años, hasta 1977. Fue en esta emisora, asimismo, que condujo la audición “La Hora del Litoral” que se identificó con su persona, aunque también mantuvo otras como “Estampas Argentinas”, “Litoral de mi País, y “Argentina tiempo de música”.

Con la misma denominación de “Litoral de mi País”, tuvo a su cargo con números en vivo, un programa en LT 85 Canal 12, de Posadas, en el cual, por lo demás, ejerció también su profesión de locutor.

Al momento de trabajar como locutor profesional en ambos medios oficiales, asimismo, fue destacado a Bernardo de Irigoyen, con la misión de organizar y de adiestrar personal para LT 46 la radio de aquella localidad, inaugurada posteriormente.

Numerosos son los escenarios que ha ocupado y viene ocupando en el desempeño de su oficio de animador. Desde hace doce años, por ejemplo, tiene esa responsabilidad en el Festival del Chamamé que se lleva a cabo en la localidad correntina de Mburucuyá. Pero, además, ha participado en dicho carácter en festivales realizados en San Luis del Palmar, Caá Catí y Santo Tomé de la provincia de Corrientes; en Panambí, El Soberbio, San Ignacio, Candelaria, Dos de Mayo, Puerto Piray, Puerto Mineral, Campo Grande, Corpus, Montecarlo, Puerto Rico y Posadas, de la provincia de Misiones; en Chajarí y Concordia, de Entre Ríos y en El Impenetrable, Chaco.

Igualmente, compartió el escenario en el Festival Internacional de la Canción, en el Luna Park de Buenos Aires; Festival Internacional de la Canción, en el Club Atlanta, también de Buenos Aires; Festival de Festivales, en la ciudad de Corrientes; Festival Internacional de la Canción Argentina y Paraguay, en Tucumán y Salta; Festival de la Integración, en Encarnación, Paraguay, y, en abril pasado, en el Festival del Chamamé en el Luna Park.

Por otra parte, desarrolla una ponderable labor creativa, a raíz de lo cual es socio de SADAIC. Lleva realizados cerca de 40 temas que han sido grabados por diferentes conjuntos regionales, entre los cuales cabe mencionar “Camino a Sanagasta”, “Misiones yo te admito”, “Muchacha linqueña”, “El Fuerte”, “Pueblo La Cruz”, “La lluvia tu amor y mi amor”, “Por eso canto chamigo”, “Un abrazo a Mamá María”, y otros que fueron llevados al disco por Ramón Méndez, Lacho Sena, Rogelio Almirón, Lalo Doretto, Morel-González, Adela Vidal y Abelardo Dimotta (h), entre distintos intérpretes.



LA TRADICIÓN

Sin duda que otro de los méritos de Valdéz constituye su tesonera labor de difusión de las auténticas especies musicales de la región, que él considera como una forma válida de defensa de la soberanía. Es lo que hizo, por caso, cuando tuvo la oportunidad de viajar a Venezuela, invitado por el periodista Guillermo Rodríguez André. Entonces, participó en programas radiales y televisivos, en los cuales promovió la divulgación de la música regional, a la vez que realizó exposiciones sobre el folklore del nordeste argentino en diferentes lugares de dicho país, incluso en universidades y unidades militares de la tierra de Simón Bolívar .

Pese a los caminos recorridos, a las ciudades visitadas, a los festivales en los que participó, a los bailes y simples reuniones, Valdéz guarda un cariño particular por Mburucuyá, ese pueblo correntino que se enciende cada vez que el año se aproxima a su fin para rendir tributo a la música chamamesera. Y allí es cuando repite estos versos de Julián Zini: “Déjenme, pues, el gusto provinciano / de ofrecer lo que tengo y lo que soy / y mostrarle al país y a los que quieran / cuál es y dónde está la tradición/.



FÉLIX REYES (Seudónimo utilizado por CARLOS CORREA)

Junio de 1980 – Diario El Territorio.

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